Ejercicios y juegos de estimulación temprana para niños
- Felipe B. Martelo
- 10 ago 2015
- 3 Min. de lectura
Los primeros años de la vida de un niño son vitales para su desarrollo futuro. Por eso, es fundamental comenzar a estimularlos desde que nacen. De hecho, se ha demostrado que mientras antes comienza la estimulación, mejores son sus resultados. Lo que sucede es que mientras más pequeños son los bebés, mayor es su capacidad para crear nuevas conexiones neuronales y asimilar nuevos contenidos, por tanto, suelen aprender con mayor facilidad y rapidez.

Por lo general, los especialistas recomiendan empezar con la estimulación temprana de las capacidades motrices; sin embargo, también es importante potenciar las habilidades emocionales, comunicativas y cognitivas. Lo ideal es recurrir a ejercicios y juegos que estimulen las capacidades del niño de manera integrada, en dependencia de su edad, pero siempre de manera divertida.
Cinco ejercicios de estimulación temprana divertidos y aptos para casi todas las edades
Baila con el niño. El baile es uno de los ejercicios más completos que existe ya que, además de activar los músculos y articulaciones, estimula la liberación de endorfinas, una serie de neurotransmisores que provocan emociones positivas. Por tanto, para estimular al bebé o a los niños mayorcitos, puedes poner un poco de música, tomarlos en brazos y comenzar a bailar. En el baile casi todo está permitido: podréis dar giros suaves, pequeños saltos y alguna que otra voltereta siguiendo el compás de la música. Al terminar, el niño se sentirá motivado y contento.
Incítalo a nadar. La natación es un ejercicio estupendo que todo niño debería practicar desde que nace. De hecho, el bebé posee una serie de movimientos instintivos que le permiten moverse con gran facilidad dentro del agua. Por supuesto, cuando se trata de niños pequeños, el objetivo no es que aprendan las técnicas de la natación sino tan solo que se sientan cómodos en el agua y fortalezcan sus músculos. Esta actividad también desarrolla la coordinación y la orientación viso-espacial, a la vez que mejora la capacidad pulmonar y fortalece las habilidades motoras gruesas. No obstante, lo mejor de todo es que se trata de un ejercicio de estimulación temprana muy divertido.
Echa mano a la imaginación en los juegos. Existen diferentes tipos de juegos, algunos demandan cumplir ciertas reglas, otros dejan más espacio a la creatividad y la fantasía. Aunque cada juego tiene su función en el desarrollo infantil, es conveniente que estimules los juegos en los que el niño pueda darle rienda suelta a su imaginación, como interpretar un personaje o pedirle que encuentre diferentes usos para los objetos cotidianos. De esta forma no solo estarás estimulando su creatividad sino también el resto de sus funciones cognitivas.
Utiliza los juguetes a tu favor. Los juguetes no solo son un medio para que el niño se entretenga solo sino que son un instrumento particularmente eficaz de estimulación temprana. Como los juguetes suelen tener formas y colores llamativos, permiten mantener motivado al niño. Además, se pueden utilizar en muchísimos ejercicios, tanto para estimular las habilidades motoras, como para potenciar la coordinación mano-ojo y fortalecer los músculos de manos y brazos. Por ejemplo, basta que le pidas al pequeño que te alcance determinado juguete, que tire una pelota o que construya una torre con piezas lego o con cubos.
Motívalo a dibujar. El dibujo infantil es mucho más que una expresión artística. A través de los garabatos y, más tarde, del dibujo, el niño transmite sus emociones e ideas, pero también le da rienda suelta a su fantasía y creatividad. Además, es un ejercicio estupendo que potencia la motricidad fina, la coordinación mano-ojo, el sentido de izquierda-derecha y la percepción de los colores y las formas. Asimismo, es una manera para que el niño aprenda a focalizar su atención durante más tiempo en una misma actividad.
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